Año de Oración - julio 23

Filipina, mujer de ayer ... mujer para hoy

Cuando pienso en Rosa Filipina Duchesne, en su persona, su audacia y entrega, su necesidad de ir a las periferias y su ser contemplativo, me conecta inmediatamente con el hoy. Me habla de una mujer del ayer, con una mirada honda, clara y sólida, que tanto necesita el mundo de hoy.

Filipina supo andar paso a paso, siendo fiel al Señor; mujer de espera profunda en tiempos tan convulsionados y difíciles, con la esperanza, la confianza y la fidelidad por delante. Ese mismo paso a paso que necesita tanto nuestro mundo. En tiempos donde el inmediatismo, consumismo y superficialidad juegan carrera, y donde los seres humanos entramos a veces en ese juego, sin darnos cuenta, perdiendo nuestra esencia, nuestra identidad más honda, nuestra libertad. No hay tiempo para el silencio, no hay tiempo para el encuentro. Hay tiempo para hacer, no para Ser en el hacer.

Ella supo Ser, manifestando el amor del Corazón de Jesús allí donde estuvo. Mujer de honda disponibilidad, que supo soltarse a sí misma para ser enteramente de Jesús junto a los pobres del Reino.

Hoy, los tiempos en nuestro mundo siguen siendo difíciles y convulsionados, aunque diferentes. Vivimos en un momento de la historia donde cada vez hay más oprimidos, más violencia, desigualdad e injusticia, donde cada vez son más las fronteras; en un momento en que nuestra Madre Tierra grita, también junto a nuestros herman@s; en un momento que necesita tanto del riesgo coherente, de la disponibilidad gratuita, de la mirada amorosa hacia las márgenes. Es allí donde están los Potowatomíes de hoy. Es allí donde El nos espera… y nos esperan.

Filipina, mujer del ayer, que nos dices tanto al hoy. Nos dice que la fidelidad a Dios es lo más importante, es la que nos lleva a los más frágiles, es la que nos lleva a traspasar obstáculos e incomprensiones. Es la que nos lleva a vivir amando como ella amó. Vivir desde el amor, en unión y conformidad con el Corazón de Jesús.

Cuando se vive desde ahí todo se trasciende y somos capaces de comunicarnos de maneras diferentes, como ella lo hizo.

Isabel Rocha, RSCJ, Provincia de Argentina – UruguayImagen: Artista desconocida