Ilustración en la portada: Ruthy Sarwell, Sacred Heart Schools, Atherton

Quizás les sorprenda saber que Santa Rosa Filipina Duchesne escribía a menudo un diario donde anotaba los eventos del día, las personas que la visitaban, los momentos importantes y las celebraciones. En una palabra, tenía un registro de la vida de la comunidad. De hecho, la portada de este diario es la primera página de uno de sus “Diarios de la casa”, un testimonio para la posteridad de los eventos más importantes de la vida en los primeros días de la fundación St. Charles, la primera casa de Filipina en el Nuevo Mundo.

Un diario puede ser utilizado de diferentes maneras: para la anotación de una experiencia formidable de viaje, la recolección de citas favoritas o para establecer y dar seguimiento a los objetivos de la vida. Además, un diario puede realizarse como una práctica espiritual. En este caso, tener un diario es una disciplina intencional: una forma de identificar y recordar ideas importantes, una poderosa herramienta para nutrir la vida interior de una persona, una manera de reflexionar sobre la palabra, anotando los modelos y movimientos del Espíritu, así como cualquier forma de sabiduría que brote en la superficie.

Este diario acompaña el Año de Oración del Bicentenario en honor de Filipina Duchesne. Durante un año completo antes de la celebración de su fiesta en 2018, todos los lunes se publicará una imagen y una reflexión en la página www.rscj.org. Estas reflexiones han llegado de todas partes del mundo con el objetivo de presentar a Filipina a quienes no la conocen bien, de profundizar el amor y la apreciación de aquellos que la conocen, de tener en cuenta las “fronteras” de su vida y de la nuestra: problemas, desafíos, sueños, preguntas que vale la pena considerar. Todo esto con la intención de descubrir la importancia que hoy tiene Filipina en nuestras vidas.

Los temas de estas reflexiones son tan variados cuanto el bagaje de sus escritoras: amistad, sufrimiento, pérdida, valentía, límites, fracaso, perseverancia, esperanza, misión.

A medida que nos embarcamos en el Año de la Oración, les pedimos que usen este diario de una manera que sea más conveniente para sus intereses y experiencia. Quizás quieran delinear una sola pregunta a lo largo del año: ¿qué me atrae de Filipina? ¿De qué manera la reflexión y/o la imagen iluminan mi vida? ¿En qué modo la imagine refuerza la reflexión del autor? O tal vez deseen simplemente anotar algunos pensamientos o recordar una intuición circunstancial.

De cualquier manera en la que venga usado el diario, dejen que se convierta en una herramienta poderosa. Tómense el tiempo que necesiten para detenerse en el silencio, para aprender a ser conscientes y, por unos momentos, a enfocar su mente y su corazón.

Hay dos versiones del diario disponibles. Quizás piensen mejor con un teclado entre sus dedos. Tienen a disposición un diario en línea. A lo mejor un bolígrafo en su mano libera su imaginación. Si es así, descarguen las páginas para las próximas semanas.

Para terminar, debido a que hemos invitado en este viaje a toda la familia del Sagrado Corazón, el Año de Oración ofrece la posibilidad de una conversación compartida. Elijan su plataforma social favorita: Twitter, Facebook, Instagram, que les ofrece la posibilidad de hablar con otras personas de la familia sobre cualquier publicación que las haya emocionado en particular.

Que este Año de Oración nos una como un solo Cuerpo, conectado a través del mundo en oración y alabanza.